al borde mismo
en los márgenes del misterio allí opera con sus manos de su cirujano
con la precisión más acendrada
el augusto dolor
se clava
en las antípodas del beso
se instala como un huésped imposible
se renueva como las espinas
y nunca abandona a su anfitrión
(a veces nos engaña
se distrae
es como la pulpa de Dios)
pero cuanto más zahiere
más obliga al coraje
a abandonar el solemne poltrón de los mártires
(18/06/10)
A. P.
Imagen: Daniel Medina
Nota bene: Este poema perdió su imagen. La imagen estaba linkeada a un sitio que ya no existe. Ni el autor de la imagen ni yo pudimos volver a encontrarla. Cosas que pasan (05/03/14).
2 comentarios:
Un beso y un dolor no necesariamente iran de la mano, pero uno espera que así sea envuelta en prejuicios.Abrazos
Rosda Lía
Qué nabo que soy con esto de los mensajes. Te escribí uno en otro lado y no sé dónde fue a parar.
Buenos poemas. BEso
Walter
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