como brazos que no alcanzaran su presa
cazadores furtivos de un anhelo
inundan con sus lágrimas secas
la superficie que siento pero no veo
la que se quejará sedienta si la piso
me recuerdan que hay laberintos laboriosos
que se elevan desde las raíces hasta el cielo
Dédalos cuyas alas se sueldan con cada latido
(01/01/04)
A. P.
Imagen: Liliana Muente
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